viernes, 5 de noviembre de 2010

Crónica de Re-Play Revista

Re-Play Revista nos visitó durante la temporada, aquí compartimos con Uds. la crónica pero antes queremos agradecerle a Re-Play por la buena onda y por el trabajo que hacen apoyando cubriendo los eventos que se realizan en la ciudad y la cobertura que hacen de los espectáculos independientes!!

De cómo contagiar alegría, cuando afuera los perros ladran: "El Hombre Perro" se despide

Lo primero que vi sobre El Hombre Perro fue la foto adjunta a la gacetilla que llegó a Re-Play; tres actrices con vestuarios diversos y narices de payaso; el evento en Facebook invitaba con el titulo: “¡Obra desopilante! Teatro para morir de risa”. La sinopsis de la obra la leí en el CET, mientras esperaba que comience. Verla fue una experiencia aparte, y si algo quedó claro es que es una combinación precisa de registros: clownescos, grotescos y dramáticos, un juego teatral que responde a la comedia, pero se desenlaza (y desarma) en un final amargo, que le da sentido y profundidad a todo lo anterior.

Ambientada en la década del 70, plena dictadura militar, El Hombre Perro cuenta con tres protagonistas, mujeres encargadas de llevar adelante un programa de radio diario: Florinda (María Celia Ferrero), o “El hada de las mañanas”, una conductora de voz suave (al menos, cuando se prende la luz roja que da “Aire”) que envuelve al mismo tiempo que tapa, esconde, seda, disimula. Tyna, es la adorable mujer encargada de la limpieza, representada por Romina Tamburello (Mujeres de Ojos Negros), que aporta la ternura y la picardía de un personaje (literal y metafóricamente) que aspira a subir de puesto en la radio y con torpeza deja en clara evidencia sus intenciones. Y Mirian (Gisela Sogne) es una locutora profesional, preocupada por la perfección de su trabajo y consternada por la realidad: es el puente que traslada la obra de la comedia al drama.

Las tres intentan llevar adelante un programa de radio, hazaña que se ve interrumpida por los cruces entre unas y otras. A la vieja usanza, con voces actuadas de discursos pacificadores, con la típica locutora que vende todo tipo de producto de época con slogans hipnotizantes, y hasta con una radionovela: “Nazareno Cruz y el Lobo” interpretada por ellas mismas, cuenta este intento de programa diario.

La risa de Florinda (cuando no está al aire, “dando aire”) es contagiosa y molesta a la vez, pero provoca un semblante sonriente (la típica risa que tienta) durante toda la obra. Sus peleas con Tyna, a quien en el fondo aprecia, y la ingenuidad combinada con picardía de esta señora de limpieza, construyen cuadros de juego graciosos y absurdos a los que se suma luego Mirian, que teje nuevos enfrentamientos con sus compañeras. En el medio de la obra hay un fragmento que se juega con herramientas que provienen del grotesco y de la técnica de clown: narices de payaso, muecas y gestos exagerados. El ritmo de la obra, es impecable.

Sobre el final, empieza a aplacar las risas el ladrido del drama. Hay un hecho horrorizante, sobre el cual hay que decidir si se comunica en la radio, o no. Y allí se abre la discusión más amplia en torno a comunicar: ¿Qué implica un medio de comunicación? ¿El cuarto poder? ¿Qué se dice, qué no?

Una temática que parece nunca haber perdido actualidad, y que se discute en base a la problemática de turno. Las tres mujeres de radio tendrán que tomar alguna medida, y el final va a arrojar gotas de melancolía y tristeza sobre el verde en el atuendo de Tyna, que cierra la obra con la última escena. El Hombre Perro es una obra para ver, para hacer memoria y para reír; una obra que ganó el concurso Teatro por la Identidad 2009, siendo la primera producción del grupo La Yumba Teatro, y cuya dramaturgia es de Edgardo Ferrero y dirección de Alejandro García.

El Hombre Perro constituye la metáfora del compañero fiel que tiene que decidir entre proteger o morder”, dice la sinopsis. De cómo alegrar una mañana a los oyentes en medio de la confusión provocada por desapariciones, arrestos y persecuciones que no tenían una explicación clara; de cómo hacer para generar y contagiar alegría, cuando afuera los perros ladran. De la disyuntiva entre elegir escuchar a los perros y salir a atacar, o tapar los oídos para cuidar a los cachorros que quedan adentro. De todo eso, es en el fondo, de lo que se habla en cada función de El Hombre Perro.


Nota: Candela Bianchi

@candeb

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El Hombre Perro


Últimas funciones: Viernes 22 y 29 de Octubre, 22 hs

CET (San Juan 842).

Obra ganadora de Teatro por la Identidad 2009

Dramaturgia:

Edgardo Ferrero

Dirección:

Alejandro García

Actúan:

Romina Tamburello, Gisela Sogne y María Celia Ferrero

Técnica:

Mauricio Fares

Vestuario:

Ana Julia Manaker

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